Cuando un PLAN
URBANISTICO (P.O.M. ) es aprobado inicialmente por un 95% de la corporación
municipal es porque pocos concejales han revisado el texto y han hecho caso
omiso a voces cualificadas en contra del mismo. Nadie duda que dicha aprobación
es un acto democrático y mucho menos de
la legitimidad de quién vota. Otra cosa puede ser lo que la justicia diga en su
momento sobre si es legal o no lo que este Ayuntamiento de Porzuna da por
bueno. A veces se producen hechos absurdos en la vida cotidiana de los pueblos.
Esta situación muchos la ven como algo normal, pero si se observan en detalle
los orígenes de las decisiones que han de afectar a la propiedad de los vecinos
, nos daremos cuenta que pueden existir
razones interesadas de algunos y por tanto contrarias al bien común.
El P.O.M.
pretende convertir en suelo urbano grandes superficies que en la actualidad son
rústicas. Esto supone una insoportable carga de impuestos ( I.B.I.) para
muchos vecinos. Tampoco nos dicen cómo se van a transformar esos terrenos en
urbanos, o lo dicen con la boca chica para no alarmar al personal. Aprovechando
el que la gente no conoce en detalle lo que conlleva la aplicación de un plan
urbanístico, elaboran los planos y demás detalles al antojo de unos pocos sin
tener en cuenta los agravios que se producen, es decir , sin escrúpulos.
Sin pretender
entrar en grandes detalles quiero transmitir a mis vecinos y amigos estas
inquietudes, que sin duda pueden ser compartidas con muchos de vosotros.
Se anuncia en el
P.O.M. la transformación del suelo en nuestras pedanías con una nueva
clasificación , es decir, pagar más impuestos. Los vecinos de
estas Aldeas solo pretenden atender a sus quehaceres diarios y ganarse la vida
con su trabajo y para ello no necesitan un P.O.M. Solo necesita conocer la
verdad urbanística y la ley que la regula , necesitan que alguien les diga la
mejor fórmula para su situación en el medio rural y no padecer el azote de una
falsa modernidad que no respeta la naturaleza ,las tradiciones ni a las
personas.
El hecho absurdo
consiste precisamente en que esas personas han elegido a quien les aplica esas normas. Las sociedades son
libres de encumbrar a sus verdugos.
“Fuera del
P.O.M. no hay nada” dicen algunos. La anterior norma está vigente hace 20 años;
solo ha servido para descomponer la estructura urbana y crear injusticias. Un
urbanismo de tercera.
Porzuna no es un
pueblo industrial. Puede serlo en alguna medida, pero no esencialmente. Sí lo
es en lo agropecuario; puede serlo en lo turístico, puede ser otras cosas. El urbanismo debe adaptarse a esta
realidad y no al revés.
Los que rigen
los destinos de Porzuna parecen ser de otro mundo; son como los otros, son de
la misma naturaleza del legislador: son
un ejército clónico y estúpido, sin espíritu, sin futuro. Que la naturaleza les
inspire, que les dé un repaso para volver en sí, que les recuerde su hoja de
ruta. Seguramente es pedirles demasiado, por eso la esquilman.
Se legisla al
margen del valor intrínseco de las cosas; supone una escandalosa simplificación
de lo que es diverso, bajo una negación de horizontes y contingencias que dotan
de vida la existencia.
Un plan de
ordenación Municipal debe ser instrumento de integración de lo físico y humano.
Nunca debe ser la causa de desigualdades; para ello la autoridad debe ser
ecuánime de la muda ignorancia, atendiendo a todos con respeto en su peculiar
situación.
Las mayorías
aprobatorias no cambian la realidad, es esta realidad la que debe inspirar a
esa mayoría. De otra forma se llegaría al absurdo, en cuyo rumbo se atisba el
fracaso y la frustración. Si estas mayorías no sirven para mejorar las cosas es debido a la baja calidad de esta
democracia, a su falseamiento, a sus componentes autodestructivos.
Los buenos
edificios deben construirse con los mejores materiales. Las democracias deben estar compuestas por
demócratas; lo otro sería corroer el sistema y por ello debe ser defendido.
Todo esto tiene
que ver con la calidad de los planes urbanísticos y con la calidad de nuestra
democracia.
De todos
depende.
Gabriel Úbeda Ormeño
Concejal de vuestro Ayuntamiento
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